Celebrar un cumpleaños, la inauguración de un piso, casa o chalet, brindar por el final de una etapa o el inicio de una aventura, encontrarnos porque hace tiempo que no nos vemos, para ponernos al día… o simplemente porque sí. Reunirse alrededor de una mesa es una de las mejores formas de celebrar y compartir buenos momentos con amigos, familiares, compañeros… podemos inventar mil excusas para encontrarnos y disfrutar de una buena comida y compañía.
Sea cual sea el motivo o excusa tenemos 4 opciones, y aunque cada una de ellas ofrece variantes, principalmente podemos: cenar fuera de casa, organizar la comida en nuestra casa, cenar en casa de alguien como invitados o llevando cada uno una cosa. Esta última posibilidad siempre es un acierto: algunos de los invitados pueden cocinar un plato, otros preparan los aperitivos o el postre, el resto se encargan de las bebidas… de esta forma la persona que ofrece su casa no tiene que pasarse la tarde en la cocina, y porqué no decirlo, los gastos se dividen entre todos.
Muchas veces, cuando vamos a cenar y hemos acordado traer un plato o bebida, o simplemente si vamos 100% como invitados decimos: ¡yo traigo el vino! Pero seguramente comeremos algún plato, sea ensalada o pan con tomate, al que necesitaremos añadir aceite. ¿Por qué no ofrecernos a traer un buen aceite de oliva virgen extra?
Debido al uso que tradicionalmente le hemos dado a este producto, no le damos un valor añadido, pero regalar una botella de aceite de alta gama, como OleAurum, será un placer para los sentidos: fascinará el olfato y paladar del resto de invitados y anfitriones. Y resaltará el sabor de todos los platos. No se trata de traer un aceite cualquiera, sino uno de calidad, con aromas y sabor, que sea agradable. Se trata de darle la importancia que se merece, porque no podemos concebir según qué platos sin aceite, ni sin un buen aceite de oliva virgen extra. Y OleAurum puede aportar ese toque diferente para una cena especial.
Además de su potencial culinario, consumirlo aporta múltiples ventajas para nuestro organismo. Y de la misma forma que con el vino, cada vez hay más variedades y las catas de este oro líquido se consolidan como una nueva opción de ocio y entretenimiento gastronómico. Este tema pero, lo dejamos para otro post.
Si a la cena puedes llevar el pan, el embutido, el vino, la ensalada, la tortilla o el postre, ¿por qué no ofrecer a traer un buen aceite de oliva virgen extra? Sorprende al resto de invitados, atrévete y di: ¡yo traigo el aceite!