El aceite de oliva virgen extra es ideal para ser consumido por bebés y a cualquier edad.
Ya durante el embarazo, y en las primeras fases de la vida de tu hijo, las grasas serán nutrientes esenciales en la formación y desarrollo de su sistema nervioso.
¿Sabías que la composición de la grasa del aceite de oliva virgen extra guarda ciertas semejanzas con la leche materna, un gran alimento por excelencia?
¿Cuándo y cómo introducirlo?
Desde el minuto cero del embarazo y la lactancia todo lo que consumas pasará a tu bebé: el consumo de aceite de oliva virgen extra es un buen hábito que te ayudará desde el principio.
Normalmente los bebés no empiezan a ingerir cosas diferentes de la leche hasta los seis meses de vida. Tan pronto el pediatra te diga que adelante con los sólidos ya puedes empezar a preparar verduras trituradas, con pescado, con carne… y naturalmente ya puedes empezar a añadir el aceite de oliva virgen a su alimentación.
Lo que sí es importante es que el aceite sea virgen extra (el zumo directamente obtenido de las aceitunas), recuerda que no es lo mismo el aceite de oliva ni el aceite de oliva virgen que el aceite de oliva virgen extra.
Para aprovechar al máximo las virtudes nutricionales del aceite de oliva virgen extra, siempre será preferible que lo incorpores a la papilla cuando ya estás a punto de triturar o cuando los alimentos ya están triturados.
Si usas robots de cocina entonces lo mejor es añadirle después, cuando el proceso de cocción ya ha finalizado.
El mismo caso cuando los niños ya coman como toda la familia, la verdura, las ensaladas, e incluso un plato de lentejas … se pueden aderezar a última hora con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Grasas in-subs-ti-tu-ibles.
Un 60% del cerebro está compuesto por grasas, de las cuales un 40% son ácidos grasos poliinsaturados. El Omega3 y el Omega6 son fundamentales pues en la configuración de la estructura y en el funcionamiento del sistema nervioso del bebé.
Aunque estos compuestos no son tan abundantes en el Aceite de Oliva como en otros alimentos (como el pescado azul), su concentración equilibrada en combinación con la presencia de Ácido Oleico (55-83% del total de ácidos grasos), de vitamina E, y de compuestos fenólicos, generan un beneficio sobre la salud superior al que se produce ingiriendo ácidos grasos esenciales de forma aislada.
Además, su proporción de vitamina E compensa los procesos oxidativos asociados al consumo de grasas poliinsaturadas.
Beneficios para tu bebé (y para ti)
Te hemos enumerado algunos beneficios que una dieta con aceite de oliva virgen extra puede aportar a los más pequeños.
- Los ayuda a desarrollar su sistema nervioso y ayuda también con los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), cada vez más común en la actualidad.
- Previene enfermedades cardiovasculares y cáncer: el aceite de oliva virgen extra contiene polifenol, un antioxidante natural que se sabe que reduce los niveles de colesterol malo. También se sabe que repara tejidos dañados para reducir el riesgo de cáncer.
- Promueve el desarrollo cerebral: lleno de ácidos Omega, el aceite de oliva es una excelente forma de promover el desarrollo cerebral.
- Rico en Vitaminas; ¡Los niños necesitan toneladas de vitaminas para su salud y crecimiento! Pues bien, el aceite de oliva contiene vitaminas A, B, D, y E.
- Mantiene la piel y el cabello sanos: contiene una serie de antioxidantes, que pueden ayudar a mantener en buen estado tu cabello y por supuesto el de tu hijo o hija.
- Calorías “buenas”: el aceite de oliva tiene muchas calorías y puede cumplir con los requerimientos calóricos diarios de los bebés. Pero estas calorías son “buenas” y no dañan su cuerpo.
Un puñado de razones, pero por si todavía no te has convencido añadiremos una definitiva: si tu pequeño es un poco quisquilloso con la comida … el aceite de oliva virgen extra hará que encuentre los platos mucho más sabrosos.