¿Son todas las alcachofas iguales? No, ni mucho menos. En nuestro tenemos disponibles tres variedades que podemos aprender a conocer y distinguir.
Si lo que queréis es sacar buena nota cada vez que visitéis el mercado, leed con atención el post que hoy os proponemos. Os dejará perplejos la cantidad de cosas que podemos aprender.
100% Km. 0, 100% mediterránea
Desde OleAurum siempre recomendamos poner el máximo de atención sobre los productos locales.
Pues bien, la alcachofa es, efectivamente, uno de los productos auténticamente genuinos de nuestras tierras.
Actualmente su cultivo se extiende por toda la cuenca Mediterránea, donde se concentra un 80% de la producción mundial. De hecho, Italia y España son, por este orden, los dos principales productores mundiales de alcachofa.
La alcachofa en realidad proviene del noreste de África, y ya se consumía ya en época de los griegos y los romanos. ¿Sabías que estas civilizaciones la consideraban un alimento “afrodisíaco”?
¿Cuándo comienza la temporada de alcachofa?
La temporada de alcachofa comienza en otoño, y dura desde noviembre hasta bien entrado abril.
En realidad, podemos afirmar que, a falta de una tiene dos temporadas ideales: una en otoño y otra en primavera. Su momento óptimo de recolección se verá condicionado en gran parte del clima de la zona donde esta se produzca.
¿Qué es una alcachofa y qué partes nos comemos?
Una alcachofa es una planta que en realidad se parece bastante al cardo. La mayoría de la gente pensará que es un tipo de verdura y los más avispados matizarán que, en realidad, se trata de una flor… Pues bien, ni lo uno ni lo otro: se trata de una inflorescencia (o lo que viene a ser un grupo de flores). Este grupo de flores que no han madurado es lo que nos comemos y lo que llamamos alcachofa.
Variedades de alcachofa
Cabe decir que todas las alcachofas son igual de saludables y nos aportan muchísimos nutrientes. No obstante, merece la pena distinguir tres.
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Variedad blanca de Tudela:
es sin duda la “reina” y la más cultivada, especialmente en Tudela (Navarra) y en Bernicarló (Castellón), donde disfrutan de Indicación Geográfica Protegida (IGP) y Denominación de Origen correspondientemente. Esta alcachofa tiene forma alargada oval y es muy compacta, con escamas verdes muy compactas. Su producción es mayor durante la primavera, especialmente en las zonas frías.
En cuanto a Cataluña hay que prestar especial atención a las alcachofas de esta variedad que se cultivan en el Delta del Ebro y la comarca del Baix Llobregat, luego las comentaremos.
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Variedades híbridas:
¿has ido al mercado y has encontrado alcachofas en pleno mes de julio? Seguramente sí… esas alcachofas son las que se cultivan principalmente en la zona de Granada. Son las llamadas “alcachofas de verano”. Su producción convierte la alcachofa peninsular en una verdura disponible los 365 días del año. Estas alcachofas suelen tener forma redondeada y toques violáceos en la base de las hojas. Su tamaño es muy variable, va desde la muy pequeña hasta la muy grande.
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Variedad violeta:
- ésta es más complicada de encontrar. La principal razón, es porque su producción nacional se exporta principalmente a Francia e Italia. Su fruto es corto, pero de buen tamaño y una forma más bien cónica.
Su rasgo más característico es la tonalidad violeta que va cubriendo poco a poco sus amplias hojas. La subvariedad Violeta de Provenza es la más extendida en el cultivo mediterráneo.
- Su rasgo más característico es la tonalidad violeta que va cubriendo poco a poco sus amplias hojas. La subvariedad Violeta de Provenza es la más extendida en el cultivo mediterráneo.
Lo cierto, es que cada variedad de alcachofa cuenta, a su vez, con diversas subvariedades. La alcachofa ofrece al consumidor una amplia oferta de diferentes tamaños, colores y pequeños giros de gusto reconocibles para los paladares más amantes de la alcachofa.
La alcachofa, en Cataluña
El cultivo de la alcachofa en Cataluña se centra principalmente en las zonas costeras, pero se extiende por todo el territorio, desde el Baix Empordà, Maresme, Anoia, Vallès Occidental, Garraf, Baix Camp, hasta el Segrià y la Terra Alta. Esta amplia distribución geográfica de la alcachofa permite alargar muchísimo la temporada. Así, las primeras alcachofas catalanas nos llegan el mes de noviembre y las últimas a mediados de mayo.
Si bien eso es cierto, cabe destacar dos zonas predominantes por su tradicional arraigo a la agricultura local: el Baix Llobregat (alcachofa del Prat) y el Delta del Ebro (alcachofa del Baix Ebre y Montsià).
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Alcachofa del Prat:
La alcachofa del Prat, con casi 100 años de historia, está en proceso de alcanzar el distintivo europeo de calidad de Indicación Geográfica Protegida (IGP). El éxito de este producto en el Delta del Llobregat es resultado de las características del terreno: profundo y fértil. El clima templado gracias a la protección de las montañas y la proximidad del mar, hace que la alcachofa de El Prat sea más dulce y tierna. Destaca por la suavidad de su sabor, un grado menor de oxidación, su fina fina, y una suave astringencia.
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Alcachofa del Delta:
- La producción de la alcachofa del Delta del Ebro, se popularizó durante la segunda mitad del siglo pasado como cultivo alternativo a otras especies de hortalizas. La introducción de canales de regadío y su adaptabilidad a los suelos salinos en favorecieron su cultivo.
La variedad más popular en el Delta es la blanca de Tudela, tierna y sabrosa, el cultivo de ésta se concentra sobre todo en las poblaciones de la Aldea y Amposta.