Estamos en pleno verano y el estómago nos pide carpaccio…frescura y platos ligeros!
También es época de cenas al aire libre, más o menos informales. Por ello, a Olis de Catalunya hemos pensado en una propuesta que combine todo el sabor, calidad y que resulte apta para esta época de calor: hoy os hablaremos del carpaccio y de diferentes propuestas de preparación.
Los carpaccios se preparan normalmente con carne o pescados crudos, cortados en finísimas láminas y macerados en jugo de limón, aceite de oliva virgen extra y opcionalmente queso.
La verdad es que durante estos meses platos fríos como los carpaccios resultan muy apetitosos. El origen de este plato tiene su curiosa historia ¿la quieres conocer?
El curioso origen del carpaccio
Por una rara prescripción médica, una condesa veneciana necesitaba comer carne cruda. Un atrevido chef, escuchando su desventura, no quiso darse por vencido y tirando de creatividad e ingenio a carretadas inventó el carpaccio.
La leyenda dice que el cocinero se llamaba Giuseppe Cipriani, fundador del mítico Harry’s Bar Veneciano. Tomando una finísima lámina de solomillo de buey, exclamó que aquello se convertiría sin lugar a dudas en uno de los platos gourmet por excelencia de la cocina italiana y del mundial.
A la condesa, evidentemente, le encantó aquel nuevo invento.
Aceite de oliva virgen extra: el toque imprescindible.
Un aliño hecho a base de limón y aceite de oliva virgen extra es un elemento imprescindible a la hora de servir el carpaccio, previamente cortado en finas láminas.
El aceite y el limón juntos multiplican el sabor del plato, ya que ambos sabores realzan el sabor pero no lo cambian. Además, como controladores microbiológicos funcionan de maravilla, ya que tienen un papel importante sobre el ingrediente principal.
El aceite de oliva y el limón juntos encargarán de eliminar cualquier microorganismo, si es que existe alguno.
Nutritivos, sanos y variados: de todos los tipos y colores
De marisco, carne e incluso de vegetales. El carpaccio seduce paladares con exquisitos y polivalentes aderezos que, mezclados con las finas láminas dan identidad al codiciado plato.
Uno de los argumentos del carpaccio es precisamente que la carne y el marisco crudos conservan todo su valor nutricional, siendo la proteína uno de sus mayores componentes.
Además, cuando se cocina, todo marisco o carne siempre pierde un poco de su sabor.
Por otra parte, los carpaccios de vegetales son una opción para los que se abstienen de la carne o simplemente para los que quieren comer sano.
Hay quien afirma que además el carpaccio es un buen afrodisíaco, aunque esta parte no está tan demostrada.
A continuación os proponemos tres recetas refrescantes y diferentes al clásico carpaccio de ternera con virutas de parmesano. Estamos seguros de que harán las delicias de vuestros comensales durante las cenas al aire libre de este verano. Las proporciones están pensadas para hacer un carpaccio para unas 4 personas aproximadamente.
CARPACCIO DE CALABACÍN
Para esta receta tan refrescante como deliciosa necesitamos:
- 2 calabacines
- 20 gr. de parmesano rallado
- Sal & pimienta
- 4 o 5 nuevos
- Aceite de oliva virgen extra
Cortamos el calabacín en rodajas muy finas sin retirar la piel, pero después de haberlos lavado bien, eso sí. Los ponemos en un plato y echamos un poco de sal, pimienta y un chorrito de aceite.
Echamos el parmesano y las nueces en trocitos pequeños para darle el toque final.
CARPACCIO DE BACALAO
Para una cena perfecta, necesitamos:
- 350 gr. de bacalao desalado
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada sopera de zumo de limón
- Pimienta
Ponemos en un platillo el bacalao cortado en trocitos, y echamos un poco de pimienta.
En un bol mezclamos el aceite de oliva virgen extra con el zumo de limón y lo regamos por encima.
Si queremos lo podemos decorar con aceitunas negras talladetes en trocitos.
CARPACCIO DE SALMON
El carpaccio de salmón es un clásico que tienes que aprender a hacer desde ya mismo:
necesitamos,
- 350 gr. de salmón crudo
- 1 cucharada sopera de cebollino muy bien picadito.
- Aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas soperas de zumo de limón
- 1 pomelo
Cortamos el salmón en laminillas muy finas y colocamos en el plato.
Encontramos el cebollino picado y el pomelo cortada en trocitos muy pequeños.
En un bol mezclamos el aceite de oliva, y el zumo de limón, lo añadimos al final… ¡y disfrutar del plato!